❝La fotografía química no desaparecerá❞.
Entrevista con Misael Rodríguez, creador de Dichroic Film Lab.
Cómo se experimentan los procesos creativos en quienes trabajan con la fotografía química, ahora que es casi todo digital. Cómo se reflexiona entorno a la emulsión y la producción de imágenes.
Sobre estos temas conversé con el artista visual Misael Rodríguez, de 36 años, quien creó Dichroic Film Lab, junto con su pareja, Cintia Franco, en la colonia San Rafael de la Ciudad de México.
Dichroic es un laboratorio en el sentido formal del término, porque se encarga de ampliación y revelado de rollos fotográficos de blanco y negro y color. Pero no sólo se queda en eso, también se puede ir a hojear libros y revistas mientras un barista te sirve una taza de café. O buscar rollos de fotografía para un proyecto en especial. O sólo disfrutar de un café express detrás de las ventanas que dan hacia la calle Sadi Carnot.
❝Me tocó la última la última etapa viviente de la fotografía química o analógica en México, que fue en los años 90 y parte de los 2000❞, dice Misael ❝Soy artista plástico de profesión y me gusta mucho todo lo que tenga con que ver con la cuestión visual y la fotografía siempre estuvo presente a lo largo de mi vida. Creo que es un hecho que la foto química se queda❞.
La nueva ubicación de Dichroic se encuentra en un amplio, luminoso y bonito lugar ubicado a dos cuadras de Insurgentes y a cinco minutos del Monumento a la Revolución, en unas calles repletas de grafiti, construcciones art decó y un viejísimo café en la esquina, sobre Antonio Caso.
En tiempos del uso masivo de la fotografía digital hay un grupo reducido de personas que hacen foto análoga en la Ciudad de México, pero, pregunta Misael que cuántas lo hacen por moda y cuántas de forma profesional.
❝Estamos en una era digital muy cabrona que nos da una inmediatez súper acelerada, aunque la verdadera fotografía está en la fotografía química. La fotografía digital es un lenguaje nuevo, mientras que la fotografía química, el lenguaje universal y lo vemos así de diseño. Hay muchos buenos fotógrafos digitales que necesitan conocer la base para continuar con su trabajo❞
La calidad por encima del trend. ❝No por denigrar el hobby de alguien, porque yo empecé también así, pero la pregunta”, dice “es cuántas personas que están en un nivel más arriba pueden poner en alto a la foto química; cuántas realmente van a subir a ese nivel y jalar a todas las demás❞.
LOS CUATRO PILARES DE LA FOTOGRAFÍA QUÍMICA
Misael Rodríguez imparte en sus talleres que hay cuatro pilares en la fotografía analógica:
1— La cámara. Es súper importante, porque una persona no puede hacer foto sino tiene esta herramienta física; llámese digital, teléfono, estenopeica, de gran formato, medio formato, 35 milímetros. Todos podemos ser fotógrafos de alguna manera, pero también está la contraparte de que una foto no se toma; una foto se hace.
2— El soporte. Ya sea digital o químico analógico; papel, vidrio, celulosa, poliéster, etcétera. Es importante ya que va a resguardar la imagen, donde va a vivir esta información física, porque al final del día no podrías ver una imagen latente o revelar una imagen latente.
3— La química. El proceso de desarrollo y su industria.
4— Aluros de plata. Para mí es el más importante porque sin la plata no podríamos ver estas imágenes; toda la la foto química está basada en la plata. Hasta el día de hoy no se ha podido encontrar físicamente algo similar y sin la plata, no podríamos hablar de fotografía.
El FLUJO DE TIEMPO
Dichroic empezó a finales del 2019, ❝para ser muy específicos, el 20 de diciembre del 2019. Aunque yo estaba ya muy inmerso en la fotografía química desde ocho años antes❞, recuerda Misael.
Pero vayamos paso a paso hacia atrás en el tiempo para conocer el flujo que los ha traído hasta acá.



Misael practicaba bicicleta de ruta y durante las salidas con amigos empezó a usar una cámara fotográfica para documentar los paisajes y trayectos; ❝por mucho tiempo me curó el alma andar en bici❞.
En ese ambiente, uno de sus amigos fue quien lo llevó al metaverso de las cámaras de rollo. Así fue el inicio. ❝Con él empecé a compartir este gusto además del ciclismo. Cuando me di cuenta ya estaba completamente del otro lado y él fue uno de los primeros que me impulsó a revelar y ampliar❞.
Todas las noches, después de su trabajo, se metía a revelar y ampliar en el baño de su casa, donde acondicionó su cuarto oscuro. ❝Todo lo hacía en la madrugada, pero llegó un punto donde ya no funcionaba porque me encerraba todos los días desde las 10 de la noche hasta las tres o cuatro de la mañana. Y ni siquiera era trabajo; era hobby❞.
Con el fin de profesionalizarse salió del cuarto oscuro instalado en el baño de su casa y rentó un pequeño cuarto para convertirlo en su cuarto oscuro. Allí comenzó a recibir a sus clientes, algunos se volvieron sus socios.
Pero llegó la pandemia de covid-19, el gran confinamiento y en febrero de 2020 Misael perdió su trabajo y junto con su pareja apostó por hacer de Dichroic un negocio que les ayudara a naufragar lo que viniera. ❝Todo empezó a caer como anillo al dedo y todo me empezó a aventar hacia acá. Entonces decidimos invertir los ahorros. Hasta hoy no hemos dejado de trabajar, ni durante la pandemia❞.
La gente le mandaba sus rollos a través de plataformas de entrega a a domicilio o con el apoyo de bicimensajeros.
Esta es su tercera sede en cuatro años; todas en la San Rafael. Ahora se suma a su proyecto el fotógrafo Eduardo Solís, quien entra como socio en la parte de la impresión digital. Entre los planes de expansión está la consolidación de la venta de películas y de cámaras.